Fernanda García Lao
lunes, octubre 28, 2024
Fernanda García Lao: "Soy una imperfeccionista" Una conversación con la escritora de lo insólito.
Jessie Ruetter
oct 20, 2024
Bibliofilia
Fernanda García Lao termina de hacer el trámite de la reserva de un hotel y, apurada, atiende el teléfono. A través de la línea que conecta Barcelona con Nueva York, me cuenta que al día siguiente viajará a una ciudad en el norte de España para participar en un congreso de escritores dedicado a la literatura de lo insólito.
Fernanda García Lao es escritora y dramaturga. Nació en Mendoza, Argentina, y creció en Madrid, donde estudió piano, danza, teatro y periodismo. Escribió tres libros de poesía, tres libros de cuentos, y ocho novelas. Pienso que, si tuviera que definir su obra en una sola palabra, no habría encontrado otra tan precisa y tan punzante como esa: literatura de lo insólito. “Es todo aquello que sale de lo tradicional, de lo clásico”, explica la autora.
Llenos de sombras, sus relatos transitan entre lo fantástico, lo distópico y lo absurdo. En Fuera de la jaula (2014), a una mujer se le clava un disco de música en el cuello y muere de inmediato. Apenas después de ser enterrada, su alma escapa del cajón y, convertida en fantasma, protagoniza una historia erótica y oscura ambientada en la Argentina de finales del siglo XX. En Sulfuro (2022), una mujer se muda a una casa frente a un cementerio y jura que puede oler a los muertos. Entre delirios suicidas y obsesiones cristianas, progresivamente se entrega a la locura.
Lo surreal, lo sexual y lo horroroso se enhebran con delicadeza en cada una de sus historias. La prosa de García Lao, aguda e inteligente, se desliza entre las páginas como un veneno silencioso; su narrativa es macabra, corrosiva y fatal.
“Recuerde: un criminal quiere matar y ninguna muerta quiere morir, lo que anticipa una batalla violenta. Con los ojos cerrados, él tirará cuchilladas y sacará pedazos de aquella extraña que lo ha seguido. El asesino es un muelle de acero, la muerta crujirá como un barco que se hunde y se morirá dos o tres veces”.
—Fernanda García Lao, Cómo usar un cuchillo
En nuestra conversación, le pregunté cómo, cuándo, dónde y por qué escribe.
Cómo
“Nunca pienso en la historia antes de sentarme a escribir. Es como estar en una selva donde todos los caminos a seguir parecen iguales, porque no se ve nada. Entonces hay que jugársela y dejarse llevar por la intuición. Escribo desmalezando”, dice la autora. “A menos que alguien me haya contado una anécdota que, por lo absurda o extrema, se me haya quedado impregnada de alguna forma. En Teoría del tacto (2023), hay varios textos que surgieron de hechos verdaderos, narrados por personas de mi familia. Por supuesto, con el permiso de metamorfosearlos y de apropiármelos”.
“Hay algo de esos relatos familiares, o del círculo de afectos, que cuando los escucho pienso: esto no puedo permitirme el lujo de perderlo. Son historias con detalles que no quiero dejar morir. Porque hay algunos asuntos de la vida que son casi imposibles de concebir desde la imaginación; serían un exceso. Y, sin embargo, son historias que suceden. La vida es hiperbólica”.
Cuándo
Fernanda García Lao se sienta en su escritorio, escribe casi sin pausas ni interrumpciones. Muchas veces, también se graba hablando en voz alta, intentando desentrañar con la voz las historias sombrías que se le ocurren.
“Una vez que abro la posibilidad de la escritura, necesito no detenerme hasta que me quede sin aire; con las manos o con la boca. Si puedo, escribo dos o tres páginas seguidas, sin parar. Cuando hago una pausa, voy hacia atrás y voy revisando”. Después, hace una limpieza. “Rescato lo que me interesa y elimino enseguida lo que no. Soy muy impiadosa”.
“El suelo estará caliente cuando ella caiga como una torta de crema con los ojos ardiendo, o los oídos tapados, agarrando pedazos de hierba seca y luchando contra el envilecido: se sabe que no hay tiempo, un cuerpo tiene poco tiempo, se mata rápido. Estamos llenos de venitas frágiles y de pronto un demente te derrama y te deja toda al descubierto”.
—Fernanda García Lao, Cómo usar un cuchillo
Fernanda García Lao juega con el lenguaje con la sensibilidad de una poeta y la precisión de una cirujana. El talento para las letras y la fascinación por encontrar siempre las palabras justas son un sello de familia.
“Mi madre era poeta y mi padre era periodista. Él tenía una cierta debilidad por la corrección oral”, dice Fernanda. “Somos tres hermanas, y cuando almorzábamos o cenábamos, si repetíamos dos veces el mismo verbo, mi padre decía busque un sinónimo, m’hijita. Yo creo que eso nos marcó a las tres desde el principio”.
Cuándo
“Cuando me siento a escribir un cuento, a lo mejor hay sol; y cuando lo termino ya es de noche. Nunca lo dejo pasar la noche solo. Además, cuanto menos tiempo tengo, más siento la urgencia de escribir. Si tengo que salir o dar un taller, pienso: ‘Ay, justo ahora que se me ocurre una idea’. Hay algo en esa imposibilidad de encontrar el momento adecuado que, paradójicamente, me habilita la escritura”.
“Igual que cuanto más pobre es el cuadernito, más me animo a escribir en él. No puedo escribir en cuadernos lindos, caros o regalados, porque los voy a manchar. Necesito que sea un cuadernito barato y tachable”.
Dónde
Fernanda se mudó cinco veces de continente, y cambió 28 veces de casa. “Para escribir, no me perturba dónde estoy, solo necesito estar sola”, cuenta. “Es mi única condición”.
Por eso, no escribe en cafés ni bares. Sin embargo, se sienta en ellos para escuchar conversaciones ajenas y robar frases a escondidas que luego usa en sus textos. Graba a los taxistas, a la gente que camina por la calle, a los hombres y mujeres que intercambian conversaciones matutinas en los negocios y cafés.
Durante un viaje reciente a Praga, por primera vez se sentó a escribir en un bar. “No entendía lo que la gente decía, entonces nadie me distraía de mí. Al no saber el idioma, era como estar sola en cualquier parte”.
A pesar de sus muchos viajes y mudanzas, fue en una sola casa, en Buenos Aires, donde empezó y terminó todos sus libros. “Uno de mis temores, al dejar esa casa, era no poder encontrar otra que escribiera así, como esa. Yo creo que hay casas que escriben mal”, dice Fernanda, “No sé exactamente por qué, pero creo que para que una casa escriba bien, tiene que haber vivido gente antes. Y tiene que tener buena luz”.
En esa casa, a la escritora una vez se le ocurrió ubicar la cama en medio de la habitación, con la cabecera mirando hacia el cementerio de Olivos, que quedaba a exactamente dos cuadras. Durante esos días, la escritora tuvo sueños truculentos y borrascosos, que fueron el hilo del que tiró para empezar a escribir su siguiente novela, Sulfuro. “Sentí que la cama, en esa posición, habría como un canal hacia el cementerio”, dice.
Inspirada por esos sueños extraños, Fernanda comenzó a visitar el cementerio con regularidad. Convencida de que ahí había una historia por contar, recorría las tumbas una a una, deteniéndose a leer los nombres de los muertos tallados en la piedra, a observar sus rostros en las fotografías en blanco y negro, y a reparar en los detalles de sus mausoleos y casas eternas.
“Los sueños para mí son un recurso muy rico, porque son incontrolables. Una no los puede planificar. Antes tenía miedo de que se me olvidaran, pero luego aprendí a recordarlos siempre por la mañana. Ahora es como si tuviera un almacén”.
En Nación Vacuna (2020), una novela distópica sobre los mandatos de belleza impuestos a las mujeres, García Lao escribe: La perfección no existe. En todo, reina la asimetría y lo torcido.
“La perfección me parece fascista”, responde al preguntarle si esa frase también se aplica a su escritura. “Es un concepto de higiene, de control y de previsibilidad. Me resulta sumamente aburrida y sospechosa. Cuando escucho que alguien dice ser perfeccionista, pienso: alejate. Yo creo que soy una imperfeccionista”.
Por qué
“Se dice mucho que la escritura es una forma de salvación. Yo, en verdad, no creo que una se salve de nada. Pero sí pienso que en la escritura hay una especie de combate contra la muerte. Mientras se escribe, se suspende el tiempo. Se suspende el espacio, se suspende el yo”.
Además
Si querés empezar a leer a Fernanda García Lao, te recomiendo arrancar con Cómo usar un cuchillo y otros cuentos (2013). Es una colección de relatos cortos, con personajes oscuros y tramas fugaces que no vas a poder soltar. Recuerdo que lo compré en una librería sobre Avenida Cabildo porque me llamó la atención la portada y el título. Fue el primero que leí de la autora, y su escritura me fascinó desde entonces.
Cómo usar un cuchillo y otros cuentos, 2013
Más sobre la autora:
Obtuvo el Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes por su novela Muerta de hambre, el Tercer Premio Cortázar por La perfecta otra cosa y la Beca Antorchas por su obra teatral Ser el amo. Además publicó las novelas La piel dura y Vagabundas, el libro de cuentos El tormento más puro y los libros de poesía Carnívora, Dolorosa y Autobiografía con objetos. Fue editada en Latinoamérica, España, Francia, Italia y Estados Unidos.
La argentina Fernanda García Lao apuesta por una narrativa que no sea “terreno común”
León, 20 oct (EFE).- La autora argentina Fernanda García Lao ha afirmado este domingo en León que escribe una narrativa que “no es el terreno para el lugar común” y ha precisado que la literatura “tiene el poder de poner todo en tela de juicio”.
AGENCIAS
García Lao ha participado en un coloquio con la profesora Natalia Álvarez, comisaria del II Festival Internacional de Literatura Insólita Quimeras, en el que ha repasado de los elementos esenciales que conforman su poética: lo extraño, lo raro y los claroscuros.
Su obra, según ha explicado, responde a un modo de mirar muy personal que se sostiene en el concepto de que “la literatura no es el terreno para el lugar común”.
Desde ese axioma, su narrativa indaga en la corporalidad, lo social, lo político, la transfiguración de la vida o la perspectiva biográfica, apostando asimismo por el experimentalismo, la potencialidad de la palabra poética, lo sensorial y la variedad de resortes aplicados a la construcción del relato.
No en vano, Natalia Álvarez ha apuntado a la “textualidad orgánica” y a la “plasticidad del lenguaje” como elementos que permiten definir las ficciones de García Lao, además de recalcar las imágenes impactantes que las conforman.
La producción de la escritora argentina presenta una gran influencia del teatro, pero también de la poesía.
Ella misma ha reconocido su “pulsión poética” y su pretensión por hacer estallar el lenguaje e hibridar géneros.
“Presto mi cuerpo y mi garganta para componer”, ha afirmado la autora, que ha confesado que se deja llevar y apuesta ”por el juego con lo emocionado, lo perturbador y lo absurdo".
Uno de los temas que se trataron en el coloquio fue lo corporal, que enlaza también con la maternidad. Para esta escritora, la experiencia física de “la maternidad sirvió como revelación para conocer el cuerpo propio y sumergirse en un estado de sonambulismo propicio para la creación literaria”.
Además, ha considerado que para cualquier escritor procedente de Argentina es fundamental abordar esta pregunta por el cuerpo.
A lo largo de la sesión se repasaron los elementos constitutivos de sus novelas “Nación vacuna”, que se acerca a la distopía o la falsa utopía, y “Sulfuro”, obra escrita en segunda persona donde lo fantasmal adquiere relevancia.
También se ha abordado la dimensión onírica, fundamental en su poética, y la variedad de estrategias cercanas al humor que practica, como la ironía o el sarcasmo.
En definitiva, la literatura, según la autora, “tiene el poder de poner todo en tela de juicio”.EFE
lunes, octubre 14, 2024
El Diletante revista. Teoría del tacto
Por Tomás Villegas
Las palabras son táctiles para mí –sostuvo Fernanda García Lao (Mendoza, 1966) en una entrevista–, y respiran. Quien dice carne dice palabra, afirma uno de los narradores de Teoría del tacto, su último libro de cuentos. Hablar de su prosa, no obstante, es extender esa materialidad corpórea de los vocablos para diseminarla en los gemidos de una lengua singularísima en la literatura argentina, y que encuentra en Silvina Ocampo el puntapié que hace de la crueldad una peculiar sensibilidad literaria.
Como Ocampo, García Lao no tiene tiempo: condensa los relatos en un puñado de personajes y en alguna que otra voz. Antes que extenderse narrativa y espacialmente, los sucesos (violentos, fatales, grotescos) se despachan en simples oraciones de compleja elaboración. En este mundo orgánico y despiadado, los llantos de bebé hacen sangrar los oídos, los días crecen como bichos, las pupilas clavan miradas, los insectos besan a mujeres solitarias, los pueblos babean como encías y una identidad se corrobora “por un implante dental deteriorado en el canino izquierdo, una verruga en el corazón”.
Los cuentos, antes que como piezas individuales, ganan, articulados en volumen, una expresividad truculenta propia de un Edgar Allan Poe desfachatado antes que trágico. De esta manera, sin ánimo alguno de subordinarse a reclamos feministas, una mujer se brinda cual objeto para servir de gestante a otro (“Persona en alquiler”). Otra ofrece –no queda del todo claro– su fuerza de trabajo o el trabajo sexual de su cuerpo, como si lo mismo diera (“Mensaje para el señor del sexto C de parte de Palmira”); y un hombre se prostituye sin saberlo para olvidar a su ex (“Para no sentir”). Siendo la maternidad un peso indeseable, una molestia sin parangón, muchos de estos seres tienden a considerar a la orfandad como un regalo vital o, por el contrario, la falta originaria por excelencia.
“Mi padre murió mientras [mi madre] leía (...) Ahora lo único que importa es encontrar ese libro, del que no recuerdo bien el título”, afirma la narradora de “La gracia del mundo”. Escena propia de su ficción, la autora sostiene no obstante que ocurrió de hecho y que durante un tiempo tuvo miedo, efectivamente, del texto en cuestión. La experiencia cifra una escena central que tiene mucho para decir respecto de ciertas directrices de una ficción encaprichada con la muerte y el deseo, con progenitores que engendran criaturas que repelen y rechazan. Una madre lee, un padre muere y su cuerpo comienza a deteriorarse definitivamente. Surge de allí, como no podía ser de otra manera, un relato, que, en manos de Fernanda García Lao, se convierte en una apuesta definitiva por la carnadura fatal y venenosa de la literatura: las palabras, acaso, maten.
25 de septiembre, 2024
miércoles, septiembre 11, 2024
viernes, agosto 30, 2024
Teoría del tacto, finalista del premio Setenil
El 21º Premio Setenil 2024 al Mejor Libro de Relatos Publicado en España tiene ya 10 finalistas
en una edición a la que han concurrido 115 títulos presentados por editoriales y autores de todo
el país.
Los títulos elegidos por la comisión de preselección son los siguientes:
- Mis amigas se compran casas, de María Bautista (Maclein y Parker)
- No entrar con llamas, de Lidia Caro Leal (Altamarea)
- Teoría del tacto, de Fernanda García Lao (Candaya)
- La vida secreta de Roberto Bolaño, de Montero Glez (Navona)
- Un 24, de Emilio P. Millán (Ediciones Franz)
- Los búlgaros, de Gonzalo Núñez (Sr. Scott)
- Un réquiem europeo, de Javier Sáez de Ibarra (Páginas de Espuma)
- La manía de estar muerto, de Alberto Sepúlveda (Eolas)
- Plegaria para pirómanos, de Eloy Tizón (Páginas de Espuma)
- Cadillac Ranch, de Antonio Tocornal (Sloper)
El Premio Setenil al Mejor Libro de Relatos Publicado en España, convocado por la Concejalía
de Cultura del Ayuntamiento de Molina de Segura y dotado con 10.000 euros, lleva dos
décadas siendo un referente nacional en el género del cuento.
En esta 21ª edición preside el jurado el escritor Pedro Ugarte, que estudió Derecho en la
Universidad de Deusto y ha sido Premio Julio Camba de Periodismo en 2009 y Finalista del
Premio Herralde de Novela en 1996. Prestigioso autor de relatos, con Nuestra historia obtuvo el
XIV Premio Setenil. Serán también vocales del jurado Ana Ballabriga, Ignacio Borgoñós y
Marisa López Soria. Está previsto que el jurado emita su fallo entre finales de octubre y
primeros de noviembre. El premio se entregará en Molina de Segura en diciembre de 2024.
Molina de Segura, 29 de agosto de 2024
Filba 2024, García Lao
Sábado 28 | 16 h | Biblioteca del MALBA
Panel. Amor, amor, amor
Irreprimible, prohibido, tibio, trágico, cortés, la literatura, la poesía y la canción popular han escrito sobre el amor con diferentes sintaxis y eróticas propias. Cuando se pasa a texto, la arqueología sentimental trasciende la experiencia para expresarse con palabras que pueden ser tremendamente trilladas. ¿Se puede evitar lo cursi? ¿Deberíamos? Si los vínculos amorosos se van transformando, ¿con qué nuevas palabras se narran? Participantes: Fernanda García Lao Kevin Johansen Tamara Tenenbaum Modera: Franco Torchia
martes, agosto 06, 2024
Teoría del tacto, editorial Entropía 2024
«Los relatos de Teoría del tacto son cuerpos palpitantes; sus palabras son carne encendida. En estas páginas resuenan las escrituras de Clarice Lispector, de Marosa di Giorgio, de Margaret Atwood, la de Quiroga, ¿la de Felisberto Hernández?, ¿la de Edgar Allan Poe? Como ellos, Fernanda García Lao consigue la crueldad a través de la belleza, o al revés, o las dos cosas. Hay, de frase en frase, de una imagen a otra, la continuación de un impulso tan voraz como el de una célula, y los textos se bordan así, como extrañas mórulas, criaturas particulares: “Cada latido, una pezuña”, leemos.
García Lao viaja hacia el centro de la tierra interior de sus personajes para luego, como una exploradora antigua, traernos el corazón de esos seres ultrapasados que vamos siendo.
Sólo podremos cerrar este libro para volver a abrirlo. Porque está construido para que seamos testigos de la consistencia de las palabras con frases que aparecen después de dar la vuelta al mundo, o de atravesarlo, frases de saliva fresca que dibujan las entrañas de los pensamientos de sus habitantes.
Es un libro-criatura que parasita los ojos, que los convierte, o los desvela. La escritura de su autora es feroz, inclemente y también orgánica: como el deseo, que no puede terminar de definirse nunca.»
Daniela Tarazona
🗓️ PRESENTACIÓN EN CÉSPEDES LIBROS
La autora presentará Teoría del tacto, junto a Esther Cross y Sonia Budassi, el miércoles 25 de septiembre a las 18.30, en Céspedes Libros, Álvarez Thomas 853.
Fernanda García Lao (Mendoza, Argentina, 1966) es narradora, poeta y directora escénica. Ha recibido, entre otros, el Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes por su novela Muerta de hambre, el Tercer Premio Cortázar por La perfecta otra cosa y la Beca Antorchas por su obra teatral Ser el amo. Además publicó las novelas La piel dura, Vagabundas, Fuera de la jaula, Nación Vacuna y Sulfuro; y los libros de cuentos Cómo usar un cuchillo y El tormento más puro. También ha escrito los libros de poesía Carnívora, Dolorosa y Autobiografía con objetos. Ha sido editada en Latinoamérica, España, Francia, Italia y Estados Unidos.
sábado, agosto 03, 2024
Cuerpos híbridos, Malba 2024
Clase presencial + virtual
Cuerpos híbridos. Borges, di Giorgio, Preciado, Segarra, Haraway, Kosice
Por Fernanda García Lao
Viernes 20 de septiembre de 18:00 a 20:00. Biblioteca Malba. Buenos Aires.
A partir del concepto de impureza, abordaremos textos donde el cuerpo del relato es invadido por otros organismos. Contagio, simbiosis, reacción. Relatos donde el lenguaje o el sujeto narrado se ven alterados por lo animal, lo vegetal, lo mecánico, lo virtual, el tiempo. Para eso, leeremos y comentaremos obras que funcionan como habilitadores de ese imaginario.
Lo doble, lo monstruoso y lo sensible son parte de la literatura, más allá de los géneros, desde la Antigua Grecia. El cuento extraño, el fantástico, los bordes del realismo o la distopía no pueden ser concebidos en lo único, lo incontaminado.
La escucha colectiva produce una mirada crítica, pero también empática. Compartiremos nuestros saberes y dudas en el encuentro. Invasión vegetal. Invasión animal. Desmaterialización del cuerpo por vía mecánica o virtual. El discurso astillado por el tiempo, el espacio, la locura.
Clase programada en el marco de la exposición Intergaláctico de Gyula Kosice.
Presencial, con opción de acceso virtual 48 horas después de la clase en la plataforma Malba Plus. El video estará disponible hasta 15 días después de la clase. Costo: AR$20.000. Descuentos especiales para Malba Amigos. Jubilados, estudiantes y docentes: 10% de descuento. Descuentos no combinables. Para acceder a los descuentos enviar foto de la acreditación correspondiente a informes@malba.org.ar para recibir el link de compra con el descuento aplicado. Inscripción online o presencial en la recepción del museo de lunes a domingos (excepto martes) de 12:00 a 19:30. Consultas: informes@malba.org.ar.
Fernanda García Lao
Mendoza, Argentina, 1966. Es narradora, poeta y directora escénica. Vivió en Madrid entre 1976 y 1993 debido al exilio de su familia, con viajes intermitentes hacia y desde Buenos Aires. Autora de novelas, libros de poesía y de cuentos, así como de numerosas piezas teatrales, ha recibido, entre otros, el Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes por su novela Muerta de hambre, el Tercer Premio Cortázar por La perfecta otra cosa y la Beca Antorchas por su obra teatral Ser el amo. Ha publicado en Latinoamérica, España, Francia, Italia y Estados Unidos. Desde 2022, vive en Barcelona.
Bibliografía
–Manual de zoología fantástica de JL Borges
–Los papeles salvajes de Marosa di Giorgio
–Un apartamento en Urano de Paul B Preciado
–Humanimales de Marta Segarra
–Manifiesto Cyborg de Donna Haraway
–Manifiesto La Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice
(Para inscripciones, enlace en el título)
miércoles, julio 10, 2024
Las crueles. Taller de lectura/escritura
Descripción
Este taller de escritura es una excusa para realizar un acercamiento crítico a la obra producida por autoras del siglo XX que empujaron los límites de la imaginación y las buenas costumbres. Estas autoras crearon registros muy alejados de la condescendencia y la calma. Universos perturbados por la violencia o la oscuridad, de una potencia inesperada, que generaron curiosidad y perturbación al ser publicadas.
En la actualidad se han convertido en referentes de quienes escribimos poesía/ensayo/ ficción. Leerlas para disparar escritura es también reivindicarlas, difundirlas y validarlas. Ponerlas en el mapa para iluminar la literatura contemporánea, que es su herencia.
Imagen: Sin título, Unica Zürn, 1961
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