Una piedra
dos casas
tres ruinas
cuatro sepultureros
un jardín
flores
un mapache
una docena de ostras un limón un pan
un rayo de sol
un mar de fondo
seis músicos
una puerta con su felpudo
un señor condecorado con la legión de honor
otro mapache
un escultor de Napoleones
la flor que se llama pensamiento
dos amantes en una cama grande
un recaudador de impuestos una silla tres pavos
un eclesiástico un forúnculo
una avispa
un riñón flotante
una caballeriza de hipódromo
un hijo indigno dos hermanos dominicos tres langostas
una reposera
dos rameras un tío Cipriano
una Mater Dolorosa tres padres dos cabras del
señor Seguin
un taco Luis XV
un sillón Luis XVI
un escritorio Enrique II dos aparadores Enrique III
tres escritorios Enrique IV
un cajón desajustado
un ovillo de hilo dos alfileres de gancho un señor
maduro
una Victoria de Samotracia un contador dos
ayudantes de contaduría un hombre de mundo dos cirujanos tres vegetarianos
un caníbal
una expedición colonial un caballo entero una
media pinta de buena sangre una mosca tsé-tsé
una langosta a la americana un jardín a la francesa
dos manzanas a la inglesa
unos binoculares un lacayo un huérfano
un pulmón de acero
un día de gloria
una semana de bondad
un mes de María
un año terrible
un minuto de silencio
un segundo de distracción
y...
cinco o seis mapaches
un niño que llega llorando a la escuela
un niño que sale riendo de la escuela
una hormiga
dos piedras de encendedor
diecisiete elefantes un juez de instrucción de vacaciones
sentado en una silla plegable
un paisaje con mucha hierba verde
una vaca
un toro
dos amores bellos tres grandes órganos un ternero
a la Marengo
un sol de Austerlitz
un sifón de agua de Seltz
un vino blanco con limón
un Pulgarcito un gran perdón un calvario de piedra
una escalera de cuerda
dos hermanas latinas tres dimensiones doce apóstoles mil
y una noches treinta y dos
posiciones seis partes del mundo cinco puntos cardinales diez años
de buenos y leales servicios siete pecados capitales dos dedos de la mano
diez gotas antes de cada comida treinta días de arresto quince de
ellos en el calabozo cinco minutos de entreacto
y...
muchos mapaches
Mostrando las entradas con la etiqueta textos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta textos. Mostrar todas las entradas
martes, octubre 27, 2015
viernes, enero 03, 2014
Huevos
jueves, abril 22, 2010
sábado, abril 17, 2010
la perfecta otra cosa
miércoles, febrero 10, 2010
la perfecta otra cosa
ANUNCIO:
La perfecta otra cosa es una narración polifónica, con tendencia al onanismo. Cada personaje altera, completa o contradice al resto.
Hay sobredosis de autoindulgencia.
Lector, no sea ingenuo.
La perfecta otra cosa es una narración polifónica, con tendencia al onanismo. Cada personaje altera, completa o contradice al resto.
Hay sobredosis de autoindulgencia.
Lector, no sea ingenuo.
miércoles, septiembre 02, 2009
lunes, enero 26, 2009
luna
martes, diciembre 16, 2008
Pretérito perfecto
Ayer escribí en mi cabeza unos versos bellísimos que han sido borrados por la sentencia de este día gris y medio torpe. Ya nada ha quedado de aquel brillo. Me sepultan mis neuronas idiotas, francotiradores de mi costado en vinagre. Yo con salsa, me pierdo.
sábado, noviembre 15, 2008
La perfecta otra cosa
"Decidí vivir de las palabras. Todas mis experiencias eran pretextos para ser contados. Escribía cientos de cartas y no me importaba el destinatario. Cada mínima angustia constituía una misiva. El correo se convirtió en un editor atento y generoso que distribuía mi pensamiento. Comencé también a manejar mis sentimientos en función de la narrativa. Lloraba sólo cuando era imprescindible y cambiaba de trabajo una vez que había contado todos los pormenores.
Así conocí a lo más selecto de la isla. Es decir, a la gente más despreciable. Cientos de celulíticas con temores millonarios me adoptaron de bufón. Yo compartía sus tés y sus juegos maricones con total irreverencia. Y vaya uno a saber por qué motivo les encantó mi humor maligno y mis sarcasmos aprendidos de memoria. Incestos, adulterio, frigidez, ninfomanía, eyaculación licenciosa.
Todas guardaban estricto silencio y me miraban con sus ojos infelices. Yo les contaba mis aventuras fuera de sus jardines, entre la plebe. Y sufrían desmayos cuando no especificaba los detalles sangrientos. Estaban ávidas de vida. Y de muerte.
Pronto mi fama se extendió y llegaron lanchas llenas de gordas continentales.
Augusta Think cedió su cancha de tenis e instalaciones aledañas para albergar a las nuevas y cada tarde a las seis me presentaba cubierta de inquietantes adjetivos.
Al cabo de dos meses de verborragia caí desmayada y vacía frente a cien caras huecas. Había abusado tanto de las palabras que mi mente estaba ciega y enfangada. Las señoras me rodeaban con pómulos inflamados y pedían al cielo que no me llevara, al menos hasta que terminara de relatar aquella última experiencia.
Y el cielo no me llevó, pero estuve sin hablar durante tres meses".
(Fragmento elegido al azar)
Editorial El cuenco de plata, Buenos Aires 2007
Así conocí a lo más selecto de la isla. Es decir, a la gente más despreciable. Cientos de celulíticas con temores millonarios me adoptaron de bufón. Yo compartía sus tés y sus juegos maricones con total irreverencia. Y vaya uno a saber por qué motivo les encantó mi humor maligno y mis sarcasmos aprendidos de memoria. Incestos, adulterio, frigidez, ninfomanía, eyaculación licenciosa.
Todas guardaban estricto silencio y me miraban con sus ojos infelices. Yo les contaba mis aventuras fuera de sus jardines, entre la plebe. Y sufrían desmayos cuando no especificaba los detalles sangrientos. Estaban ávidas de vida. Y de muerte.
Pronto mi fama se extendió y llegaron lanchas llenas de gordas continentales.
Augusta Think cedió su cancha de tenis e instalaciones aledañas para albergar a las nuevas y cada tarde a las seis me presentaba cubierta de inquietantes adjetivos.
Al cabo de dos meses de verborragia caí desmayada y vacía frente a cien caras huecas. Había abusado tanto de las palabras que mi mente estaba ciega y enfangada. Las señoras me rodeaban con pómulos inflamados y pedían al cielo que no me llevara, al menos hasta que terminara de relatar aquella última experiencia.
Y el cielo no me llevó, pero estuve sin hablar durante tres meses".
(Fragmento elegido al azar)
Editorial El cuenco de plata, Buenos Aires 2007
martes, septiembre 30, 2008
La perfecta otra cosa
"Todos decían que mis labios eran imponentes. A los trece años sufrí una crisis de personalidad y ladré hasta quedar afónica. Aquella eventualidad me hizo madurar y habituarme a la desgracia. Me hice novia de un trompetista. Nunca leí a Nietzsche.
Mi padre era un hombre muy severo con los dientes podridos. Nunca fui su predilecta. Rosalin se llevaba todos sus mimos por lo que desde muy joven la compadecí. Ella era redonda y sonrosada. Yo, delgadita y chillona.
Una noche de insomnio decidí fugarme con el trompetista. Leonardo era peludo y ojeroso. Vivimos dos años juntos, hasta que decidió ser dentista; el averno nos seguía para quemarnos las pestañas.
Cuando mi padre murió víctima de sífilis, decidí regresar a casa. Encontré a mi madre prematuramente pelada por la desesperación y el que dirán, y a una monumental Rosalin asediada por los rollos.
La vida era difícil, así que me convertí en una maldita insensata. Todos los días salía a provocar a las vecinas y les tiraba lentejas a altísima velocidad. Al poco tiempo tuvimos que mudarnos. La miseria se había instalado entre nosotras y nos ahogaba con sus manos temblorosas.
Conseguimos un departamentito maloliente al borde de la ciudad. Rosalin cosía con optimismo espantosos vestidos para señoras pobres y honradas. Mi madre se hizo católica y daba gracias al señor continuamente, a pesar de que no teníamos ningún motivo".
(Fragmento de La perfecta otra cosa, editada por El cuenco de Plata en 2007)
Mi padre era un hombre muy severo con los dientes podridos. Nunca fui su predilecta. Rosalin se llevaba todos sus mimos por lo que desde muy joven la compadecí. Ella era redonda y sonrosada. Yo, delgadita y chillona.
Una noche de insomnio decidí fugarme con el trompetista. Leonardo era peludo y ojeroso. Vivimos dos años juntos, hasta que decidió ser dentista; el averno nos seguía para quemarnos las pestañas.
Cuando mi padre murió víctima de sífilis, decidí regresar a casa. Encontré a mi madre prematuramente pelada por la desesperación y el que dirán, y a una monumental Rosalin asediada por los rollos.
La vida era difícil, así que me convertí en una maldita insensata. Todos los días salía a provocar a las vecinas y les tiraba lentejas a altísima velocidad. Al poco tiempo tuvimos que mudarnos. La miseria se había instalado entre nosotras y nos ahogaba con sus manos temblorosas.
Conseguimos un departamentito maloliente al borde de la ciudad. Rosalin cosía con optimismo espantosos vestidos para señoras pobres y honradas. Mi madre se hizo católica y daba gracias al señor continuamente, a pesar de que no teníamos ningún motivo".
(Fragmento de La perfecta otra cosa, editada por El cuenco de Plata en 2007)
martes, septiembre 09, 2008
viernes, julio 18, 2008
desbarajuste entre dientes
relato telefónico
desensillé. le di de comer a los peces. ya sabía cómo iba a ser la noche. estaba confusa. parca. comí. dormimos. nada. me levanté parca. la verdad no sé. no voy a decir nada. estamos cansados. pero no se iba. no, no, dejá. hablemos. llegó el momento. estoy molesta, no sé para dónde. últimamente me siento incómodo con tu entorno, me dijo. qué entorno, si no tengo, dije yo. tus personas. pero si yo no fomento el vínculo. con el dentista me sentí fuera de lugar. pero nadie te obligó. no querías abrir la boca. a vos te digitan de afuera. a mí no. estamos en crisis. me agarró la brecha. qué brecha. la edad, límites, asumirse y el tratamiento de conducto. ah.
Imagen: Joel-Peter Witkin

desensillé. le di de comer a los peces. ya sabía cómo iba a ser la noche. estaba confusa. parca. comí. dormimos. nada. me levanté parca. la verdad no sé. no voy a decir nada. estamos cansados. pero no se iba. no, no, dejá. hablemos. llegó el momento. estoy molesta, no sé para dónde. últimamente me siento incómodo con tu entorno, me dijo. qué entorno, si no tengo, dije yo. tus personas. pero si yo no fomento el vínculo. con el dentista me sentí fuera de lugar. pero nadie te obligó. no querías abrir la boca. a vos te digitan de afuera. a mí no. estamos en crisis. me agarró la brecha. qué brecha. la edad, límites, asumirse y el tratamiento de conducto. ah.
Imagen: Joel-Peter Witkin
martes, enero 22, 2008
Fred Astaire
miércoles, octubre 17, 2007
Mantis, anoche

"Esa mañana, se levantó en la cama de alguien rogando amor entusiasmada. Fármacos en las rodillas y aquel hombre pequeño y bien formado mostrándole los dientes. Había tragado, había desaparecido para ser cubierta de polvo blanco. Rozó sus nalgas contra maderas astilladas en una danza de insecto mareado. Sus nalguitas sonrosadas cepillando la madera, sacaban chispas. Él llegó a su cuerpo con olor a amnesia, con los ojos entreabiertos y cerrados, lapidario, humillante. Prendió un cigarrillo en sus posaderas y apretó las mandíbulas con dos dedos. Ella, absolutamente prendida y amarga, aunque parezca extraño, le dio besos de feria. Besitos de monstruo iluminado sin amor".
(Fragmento de "Vertical", texto que leí anoche en el Ciclo Carne Argentina)
Imagen: Tina
miércoles, octubre 03, 2007
sábado, agosto 04, 2007
Boquita apretada
viernes, julio 13, 2007
demonios. el diálogo
lunes, julio 09, 2007
ojito con esto
sábado, junio 16, 2007
La perfecta otra cosa, para compartir
viernes, marzo 30, 2007
Escribir (declaración de intenciones literarias)

Texto leído en la presentación de
Opción libros 4
La noche de las Librerías
Por Fernanda García Lao
Nunca escribo sobre la visión directa de las cosas.
No me interesa reflejar como si fuera un espejo lo que ya existe.
La realidad no me necesita y siempre se viste de otra cosa. Metamorfosis de los sucesos.
Mi tarea es ensamblar sonidos, conceptos, retazos de diálogo y objetos, concentrando poesía o pensamiento, juegos banales y preceptos filosóficos, en un jugoso caos con lógica propia.
En el proceso de escribir siempre aparece la desmesura y la anarquía primero. Es decir, el arrebato poético. El ordenamiento y la estructura, vienen después.
Nunca diseño el terreno con anticipación.
Parto de la palabra hacia la imagen. Es decir, construyo imágenes a partir de palabras, y casi nunca al revés. Es el poderío y el misterio de la palabra lo que se dibuja en mi mente. Alguien dice algo y entonces nace el mundo. La voz como disparador de lo que existe. El personaje primero. Tiene que ser nítido y particular. Alguien nuevo para mí. No la reproducción de algo que ya existe. Después, cuando ya está crecido, puede parecerse a alguien real, en algún momento. Pero si no tiene atributos propios y motor desde el principio, se deshace y no puede tolerar nada.
Para escribir un personaje, necesito triple visión:
- Ver al personaje
- Ver lo que ve el personaje
- Ver lo que imagina o sueña el personaje
Y después hacer todo lo contrario.
Al principio las posibilidades de escritura son infinitas.
Pero a medida que avanzo, se va cerrando el cerco.
Cada vez es más pequeño y acotado.
Cuanto más avanzo, más pequeño.
Cuanto más pequeño, más rico.
Cada historia contiene una serie limitada de sucesos.
Hay cosas que no le corresponden, que le hacen doler los pies.
Entonces, las doy vuelta, las achico, las descompongo, abuso de ellas.
Y si todavía no funcionan, las tiro a la papelera.
No hay nada peor que intentar poseer una frase.
Por fantástica que sea, si está de más o hace ruido, la abandono.
¿Uno elige a sus monstruos o son ellos los que nos eligen?
¿Un personaje nace o se hace?
¿Quién define los acontecimientos? ¿Escritor o escrito?
¿Después de publicar, quién permanece? ¿El escritor o la obra?
Si uno que es tan limitado es más importante que su obra, esa obra no sirve para nada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Taller en Billar de Letras: Inventario (im)personal
CURSO DE NARRATIVA INTERNACIONAL Comienza con: Fernanda García Lao (Argentina) Inventario (im)personal: Narrar desde los objetos. Memori...

-
La realidad demanda improvisar, hay que moverse. Yo, que nada sé, celebro el evento con alegría, por imprevisto. Me veo sonreír, con una val...
-
Una piedra dos casas tres ruinas cuatro sepultureros un jardín flores un mapache una docena de ostras un limón un pan un rayo de s...
-
Analizamos la literatura de esta autora mendocina, radicada durante mucho tiempo en España, y que ha escrito cuentos, novelas y poemas. Por...