Últimamente los cielos porteños se ponen demasiado extraños... El que me toca ver cada mañana, cuando me asomo al balcón, no se parece al que era antes.
Llegué a tu blog y no me puedo ir...Es encantador.
Gracias, Gemma Solsona.
Últimamente los cielos porteños se ponen demasiado extraños... El que me toca ver cada mañana, cuando me asomo al balcón, no se parece al que era antes.
ResponderBorrarLlegué a tu blog y no me puedo ir...
ResponderBorrarEs encantador.