miércoles, febrero 06, 2008

Calor


Buenos Aires
se derrite
como un gigantesco
helado
sin lengua

2 comentarios:

  1. Anónimo7:08 p.m.

    Últimamente los cielos porteños se ponen demasiado extraños... El que me toca ver cada mañana, cuando me asomo al balcón, no se parece al que era antes.

    ResponderBorrar
  2. Anónimo10:29 p.m.

    Llegué a tu blog y no me puedo ir...
    Es encantador.

    ResponderBorrar

Sulfuro en la Biblioteca Bonnemaison de Barcelona

Gracias, Gemma Solsona.