martes, enero 28, 2014

Abyección, horror y la literalización de las metáforas


Lucía Alabart Lago lee Cómo usar un cuchillo, de Fernanda García Lao y lo reseña en el número 5 de la revista platense Estructura Mental a las Estrellas.

Cómo usar un cuchillo, de Fernanda García Lao es un libro de 27 cuentos difícilmente encasillables en un género particular; sin embargo comparten entre sí una atmósfera común, un universo que linda entre lo deforme y lo escatológico: seres semejantes a lagartos, un trabajador de la morgue obsesionado con la muerte, inmundos, paralíticos, delirantes, personajes con deseos abyectos y finales suicidas.

Muchos de los cuentos de García Lao trabajan con lo que podría denominarse “metáforas literalizadas”, relatos que nos presentan una situación medianamente cotidiana pero descripta en términos poéticos, con imágenes sorprendentes. Por ejemplo, en “Bisturí / Desgrabaciones de mi alma”, el trabajador de la morgue tiene el corazón de su amada, que lo acompaña inclusive en su viaje al norte, en un recipiente de telgopor con hielo. Esa imagen metonímica por excelencia (corazón = amor) termina despertando dos sentidos o interpretaciones: por un lado, la imagen poética del amor y, por otro, la literalización extrema (el hombre tiene literalmente el corazón de su amada). Otros relatos trabajan con metáforas pero de un modo no tan claro como en el relato anterior. En ese sentido se puede mencionar “Chalet / Epístola punk”, donde en el soliloquio, el narrador se nombra a sí mismo y su familia como lagartos. En el caso de “Desgracia en tres sets”, por ejemplo, la estructura del tenis sirve como estructura trágica (en el sentido de estructura teatral) para narrar la historia; en el caso de “Vertical” ese nombre permite describir más eficientemente el suicidio. Sin embargo, si en alguno de los cuentos puede verse una interpretación un poco más delimitada, en otros casos, la trama es bastante desconcertante, como en “Desierto al revés”, “Tres a.m.”, “Inmunda”, entre otros.

El juego lingüístico, por su parte, interviene desde la sintaxis en narraciones truncadas o sin signos de puntuación. “Mensaje viscoso” es uno de esos relatos en que el lenguaje se presenta con la sintaxis del pensamiento o soliloquio interno: sintagmas nominales sin artículos, frases yuxtapuestas por contigüidad, una narración que adopta la forma de la enumeración o el recuento. El caso más extremo es “Golpe de sapo / anarquía de la forma”, una narración en primera persona, por un personaje abyecto, cuyo contenido se presenta sin signos de puntuación. También el cuento que da título al libro, “Cómo usar un cuchillo”, presenta particularidades formales. el relato se constituye como una “receta” o guía para matar, para ser un asesino.

Los cuentos de García Lao me recuerdan la estética y el horror de algunos cuentos de Silvina Ocampo (tal vez también, en ese mismo sentido, a los de Aurora Venturini): nos enfrentamos a personajes y situaciones más bien desagradables. Pero también nos recuerda a la estética ocampiana en el juego con el lenguaje, en esa “tortícolis de la sintaxis” o el juego con la exageración de las metáforas e imágenes que lleva a que éstas se vuelvan literales: cuando los personjes de Silvina Ocampo dicen “Voy a matarte”, acaban por matar; cuando los personas de García Lao se presentan como lagartos, se conserva una ambigüedad entre una interpretación metafórica y una literal que, lejos de confundir al lector o de hacerlo optar por una de las dos, conserva esa misma riqueza.


Un libro altamente recomendable para mentes que no se dejan perturbar por lo abyecto y el horror.

sábado, enero 18, 2014

Los secretos de la narrativa

REVISTA Ñ
Clarín
17/1/2014

Fernanda García Lao es bachiller en Letras, estudió piano, danza clásica, actuación, dramaturgia y periodismo. Además, coordina talleres de escritura individuales y colectivos.



Fernanda García Lao nació en Mendoza (Argentina, 1966), pero se formó en Madrid. Es bachiller en Letras, estudió piano, danza clásica, actuación, dramaturgia y periodismo. Se mudó unas veinte veces de hogar y cuatro de continente. Trabajó en radio, hizo teatro, cine, video. Con sus obras viajó a Colombia, Panamá, Chile o Mar del Plata. Ha publicado las novelas Muerta de hambre (Premio del Fondo Nacional de las Artes, 2005), La perfecta otra cosa (2007), La piel dura (2011) y Vagabundas (2011), así como el conjunto de relatos breves Cómo usar un cuchillo (2013). Coordina talleres de escritura individuales y colectivos. Los lunes de febrero de 20 a 22, por ejemplo, coordinará el Taller de narrativa breve en Alamut libros, ubicada en la calle Borges 1985, Buenos Aires. (Para más información escribir un correo electrónico a fgarcialao@yahoo.com.ar. Su sitio web es http://fernandagarcialao.blogspot.com.ar)

–¿Qué entiende por narrativa breve? ¿Cuáles son sus autores favoritos?
–En una ficción breve un perro con rabia nos pisa los talones. No hay tiempo para explicaciones. Las excusas no sirven para correr. Todo lo que no es fuga está de más. El deseo te muerde la nuca y entonces hay que concentrarse en la velocidad. A qué llamo velocidad: frases contundentes como pasos aterrados. La sintaxis, es decir, la combinación de palabras, debe dar cuenta del apuro. Fondo y forma se alían para morder. Uno no sabe a dónde va hasta que está a salvo. Cuando el relato te soltó y el paisaje es otro. El punto de partida puede estar a diez renglones, pero la intensidad es tal que uno no se reconoce. Es el terreno para la experimentación formal. No hay ensayo sin vértigo. Ese concentrado de miedo es una especie de lupa que hace que una hormiga se vea como un monstruo. El garabato se desea a sí mismo y una frase suscita a la siguiente, en una especie de cortocircuito poético hecho de laconismo y de amperes.

No siempre lo breve construye microficción. Yo disfruto encontrar esa práctica en textos largos y escindidos. Donde el total se hace de fragmentos. Uno de mis autores favoritos es Samuel Beckett.

–¿Cuáles son los desafíos que plantea la enseñanza, coordinación, incentivo hacia los alumnos para el “aprendizaje” de este género tan particular?
–Más que enseñar, uno se ensaña. Qué quiero decir. Hay que incentivar el sentido de peligro: si la literatura que uno produce no lo pone al borde de sí, no sirve.

Los talleres literarios sólo merecen la pena si enseñan a dudar. Por eso el primer ejercicio que propongo es una auto necrológica. Empezamos matando al autor y luego, vemos. Lo que sobreviva será nuestro principio.


Click en el título para ir al enlace en Ñ.

viernes, enero 10, 2014

Premio de Novela Azabache 2014



Del 16 al 19 se llevará a cabo en Mar del Plata la 4ta edición del Festival Azabache. Por eso, ya se lanzó el concurso literario del que pueden participar autores de cualquier nacionalidad con novelas originales e inéditas, escritas en castellano que no hayan sido premiadas anteriormente.

El jurado estará integrado por Guillermo Martínez, Fernanda García Lao y Mariano Quiroz (ganador del Concurso Azabache de Novela 2013), quienes recibirán las novelas seleccionadas por el Prejurado dirigido por Mauro De Ángelis y Jorge Chiesa.
El plazo de admisión de originales finalizará el día 21 de marzo y el material debe ser enviado a “Biblioteca Marechal”, Catamarca y 25 de mayo, (7600) Mar del Plata, Argentina, o entregado en la misma de lunes a viernes de 9 a 21 y sábados de 10 a 16. En el sobre deberá figurar: “PREMIO DE NOVELA FESTIVAL AZABACHE 2014″.
La obra ganadora será publicada por la Editorial EDUVIM, bajo las condiciones y plazos que dicha editorial determine. El jurado se reserva el derecho de sugerir una segunda novela para su publicación.

martes, enero 07, 2014

Cómo usar un cuchillo

El ranking de los cien libros más vendidos de 2013:
Fuente: Eterna Cadencia

El viento que arrasa, Selva Almada (Mardulce)
Una muchacha muy bella, Julián López (Eterna Cadencia)
Ladrilleros, Selva Almada (Mardulce)
Plano americano, Leila Guerriero (UDP)
Glaxo, Hernán Ronsino (Eterna Cadencia)
El traductor, Salvador Benesdra (Eterna Cadencia)
Los detectives salvajes, Roberto Bolaño (Anagrama)
Los años de peregrinación del chico sin color, Haruki Murakami (Tusquets)
El hombre que amaba los perros, Leonardo Padura (Tusquets)
Éramos unos niños, Patti Smith (Lumen)
Novelas breves, Juan Carlos Onetti (Eterna Cadencia)
Cómo usar un cuchillo, Fernanda García Lao (Entropía)
Los pichiciegos, Fogwill (Interzona – El Ateneo)
La virgen cabeza, Gabriela Cabezón Cámara (Eterna Cadencia)
Lumbre, Hernán Ronsino (Eterna Cadencia)
Zama, Antonio Di Benedetto (Adriana Hidalgo)
El loro que podía adivinar el futuro, Luciano Lamberti (Nudista)
Atrapa el pez dorado, David Lynch (Mondadori)
La conjura de los necios, John Kennedy Toole (Anagrama)
El discurso vacío, Mario Levrero (Mondadori)
Cuna de gato, Kurt Vonnegut (La bestia equilátera)
El Eternauta, Oesterheld – Solano López (Doedytores)
El camino de Ida, Ricardo Piglia (Anagrama)
Libro del desasosiego, Fernando Pessoa (El Acantilado – Emecé)
Opendoor, Iosi Havilio (Entropía)
El desierto y su semilla, Jorge Baron Biza (Eterna Cadencia)
Desayuno de campeones, Kurt Vonnegut (La bestia equilátera)
Cuadernos de Lengua y Literatura. Vols. V, VI y VII, Mario Ortíz (Eterna Cadencia)
El mármol, César Aira (La bestia equilátera)
Para una autopsia de la vida cotidiana, James Graham Ballard (Caja negra)
Nuestro iglú en el Ártico, Mario Levrero (Criatura)
Seda, Alessandro Baricco (Anagrama)
Conquista de lo inútil, Werner Herzog (Entropía)
Desconfiar de las imágenes, Harun Farocki (Caja negra)
Los cuentos siniestros, Kobo Abe (Eterna Cadencia)
Mi libro enterrado, Mauro Libertella (Mansalva)
París era una fiesta, Ernest Hemingway (Lumen)
Cuentos reunidos, Felisberto Hernández (Eterna Cadencia)
En el camino, Jack Kerouac (Anagrama)
Las partículas elementales, Michel Houellebecq (Anagrama)
La supremacía Tolstoi, Fabián Casas (Emecé)
Historia del dinero, Alan Pauls (Anagrama)
Mi ángel tiene alas negras, Elliott Chaze (La bestia equilátera)
Temas lentos, Alan Pauls (UDP)
Mi vida querida, Alice Munro (Lumen)
Gólgota, Leonardo Oyola (Salto de págna)
Dejen todo en mis manos, Mario Levrero (Mondadori)
Agosto, Romina Paula (Entropía)
Subrayados, María Moreno (Mardulce)
Fauna. Desplazamientos, Mario Levrero (Mondadori)
El camino total. Tecnicas no ingenuas de autoayuda…, Salvador Benesdra (Eterna Cadencia)
Modo linterna, Sergio Chejfec (Entropía)
Desarticulaciones, Sylvia Molloy (Eterna Cadencia)
Manual de supervivencia, Werner Herzog (Cuento de plata)
Beya. Le viste la cara a dios, Gabriela Cabezón Cámara – Iñaki Echeverría (Eterna Cadencia)
Sangre en el ojo, Lina Meruane (Eterna Cadencia)
Los enamorados, Alfred Hayes (La bestia equilátera)
Limonov, Emmanuel Carrere (Anagrama)
Operación Dulce, Ian McEwan (Anagrama)
Historia de las pulgas que viajaron a la luna, Kobo Abe (Eterna Cadencia)
Entre los indios, César Aira (Mansalva)
Elegía. Joseph Cornell, María Negroni (Caja negra)
El equilibrio, Pedro Mairal (Garrincha club)
Fauna. El tiempo todo entero. Algo de ruido hace, Romina Paula (Entropía)
La vida de las mujeres, Alice Munro (Lumen)
Los pollos no tienen sillas, Copi (Cuento de plata)
La novela luminosa, Mario Levrero (Mondadori)
Muy lejos de Kengsinton, Muriel Spark (La bestia equilátera)
Literatura argentina, Pablo Farrés (Pánico el pánico)
Putas asesinas, Roberto Bolaño (Anagrama)
¿Vos me querés a mí?, Romina Paula (Entropía)
Entre hombres, Germán Maggiori (Edhasa)
La vegetariana, Han Kang (Bajo la luna)
Un testamento de los años 70, Héctor Ricardo Leis (Katz)
Viajero solitario, Jack Kerouac (Caja negra)
Postpunk, Simon Reynolds (Caja negra)
Tres veces al amanecer, Alessandro Baricco (Anagrama)
Las primas, Aurora Venturini (Mondadori)
Nada se opone a la noche, Delphine de Vigan (Anagrama)
Las ciudades invisibles, Italo Calvino (Siruela)
Ficciones, Jorge Luis Borges (Debolsillo)
Clases de literatura, Julio Cortázar (Alfaguara)
Y las montañas hablaron, Khaled Kosseini (Salamandra)
Una vida plena, L. J. Davis (La bestia equilátera)
Héctor. El hombre extraordinariamente fuerte, Magali Le Huche (Adriana Hidalgo)
Manigua, Carlos Ríos (Entropía)
Cuentos reunidos, Clarice Lispector (Siruela)
Cuentos completos, Fogwill (Alfaguara)
Mis modelos de conducta, John Waters (Caja negra)
Bellas artes, Luis Sagasti (Eterna Cadencia)
Los malditos, AAVV (Leila Guerriero, comp.) (UDP)
Siete fuegos, Francis Mallman (V&R)
El elogio de la sombra, Junichiro Tanizaki (Siruela)
Matadero cinco, Kurt Vonnegut (Anagrama)
Que el mundo me conozca, Alfred Hayes (La bestia equilátera)
Tres luces, Claire Keegan (Eterna Cadencia)
Felicidad clandestina, Clarice Lispector (Cuento de plata)
Vivir afuera, Fogwill (El Ateneo)
Lo infraordinario, Georges Perec (Eterna Cadencia)
La trama nupcial, Jeffrey Eugenides (Anagrama)
Así es como la pierdes, Junot Diaz (Mondadori)
Un silencio menos (Mario Levrero), Mario Levrero (Mansalva)

viernes, enero 03, 2014

Huevos



Palabritas delirantes y ella
sentada en un rincón
abocada a su tarea inútil
vergonzosa
hay quien construye
ella no no sabe
hace su orgía al revés
en el ángulo de sombra
la suprema servidumbre
de su acción absurda
la mantiene entretenida
y sola