No tardes mucho, dijo el diablo hermoso a un joven que se apuntaba en la frente. Después, salió a dar una vuelta para no perturbar la tragedia. Se peinaba para atrás y vestía un traje sencillo, a juego con sus principios escasos. Caminó sin rumbo sorteando las pequeñas maldades del vecindario. En la esquina del bulevar, llenó su copa exquisita. El joven tragó saliva y con un dedo tembloroso hizo girar el tambor. De su frente brotó, en perfecta elipsis, una bala muerta.
sábado, marzo 30, 2013
diabolique
No tardes mucho, dijo el diablo hermoso a un joven que se apuntaba en la frente. Después, salió a dar una vuelta para no perturbar la tragedia. Se peinaba para atrás y vestía un traje sencillo, a juego con sus principios escasos. Caminó sin rumbo sorteando las pequeñas maldades del vecindario. En la esquina del bulevar, llenó su copa exquisita. El joven tragó saliva y con un dedo tembloroso hizo girar el tambor. De su frente brotó, en perfecta elipsis, una bala muerta.
lunes, marzo 25, 2013
Cómo usar un cuchillo, en librerías
CÓMO USAR UN CUCHILLO
Fernanda García Lao
_cuentos | $69
ISBN: 978-987-1768-10-3
"Me he acostado con la desgracia, pero no suelo comentarlo". Así dice un personaje de Fernanda García Lao, en este libro de cuentos de un humor fino, desopilante. Aunque esto parece demasiado sentimental hablando de Lao, demasiado realista; somete a su escritura a una torsión tan violenta, a tal desacomodo, que la cara del lector avanza en la trama de sus cuentos con un gesto de desvarío, sin saber a dónde va, sin que haya ruta en el espacio o en el tiempo para seguirla y seguir a sus criaturas, que van de un cadáver a otro y saben cómo usar un cuchillo?
Me hago a un lado de la voz tan dulce de su autora para escapar de la estocada, pero no puedo, porque ya ensartó mi corazón.
Diana Bellessi
Estos relatos son como apuntes para futuras novelas, y sin embargo no parecen incompletos o tentativos, más bien al contrario: la autora ha querido evitarnos cualquier forma de palabrería, de ahí esa rara contundencia de cada texto y del conjunto.
Nunca se insistirá lo suficiente en su capacidad para revolver los lugares comunes y hallar giros imprevistos y valiosos en escenas que de tan cotidianas parecían inenarrables o intrascendentes. Este libro es una inmersión deleitosa en la obra de una escritora originalísima.
Alejandro Zambra

Fernanda García Lao (Mendoza, Argentina, 1966) fue seleccionada por la Feria Internacional de Libro de Guadalajara 2011 como uno de "Los secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana". Hija de periodistas que debieron exiliarse en Madrid, vivió en España desde 1976 hasta 1993. Ha escrito y dirigido varias piezas teatrales con las que viajó por Latinoamérica. Publicó las novelas Muerta de hambre (Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes), La perfecta otra cosa (Tercer Premio Cortázar), La piel dura y Vagabundas. Su obra ha sido publicada en Argentina y en Francia.
Fernanda García Lao
_cuentos | $69
ISBN: 978-987-1768-10-3
"Me he acostado con la desgracia, pero no suelo comentarlo". Así dice un personaje de Fernanda García Lao, en este libro de cuentos de un humor fino, desopilante. Aunque esto parece demasiado sentimental hablando de Lao, demasiado realista; somete a su escritura a una torsión tan violenta, a tal desacomodo, que la cara del lector avanza en la trama de sus cuentos con un gesto de desvarío, sin saber a dónde va, sin que haya ruta en el espacio o en el tiempo para seguirla y seguir a sus criaturas, que van de un cadáver a otro y saben cómo usar un cuchillo?
Me hago a un lado de la voz tan dulce de su autora para escapar de la estocada, pero no puedo, porque ya ensartó mi corazón.
Diana Bellessi
Estos relatos son como apuntes para futuras novelas, y sin embargo no parecen incompletos o tentativos, más bien al contrario: la autora ha querido evitarnos cualquier forma de palabrería, de ahí esa rara contundencia de cada texto y del conjunto.
Nunca se insistirá lo suficiente en su capacidad para revolver los lugares comunes y hallar giros imprevistos y valiosos en escenas que de tan cotidianas parecían inenarrables o intrascendentes. Este libro es una inmersión deleitosa en la obra de una escritora originalísima.
Alejandro Zambra

Fernanda García Lao (Mendoza, Argentina, 1966) fue seleccionada por la Feria Internacional de Libro de Guadalajara 2011 como uno de "Los secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana". Hija de periodistas que debieron exiliarse en Madrid, vivió en España desde 1976 hasta 1993. Ha escrito y dirigido varias piezas teatrales con las que viajó por Latinoamérica. Publicó las novelas Muerta de hambre (Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes), La perfecta otra cosa (Tercer Premio Cortázar), La piel dura y Vagabundas. Su obra ha sido publicada en Argentina y en Francia.
jueves, marzo 21, 2013
Tratado de la errancia
Extracto de Vagabundas
El Ateneo 2011

Preámbulo
De hurtos y periódicos encontrados en la arena, obtuve información fundamental para confeccionar este listado, que es una promesa de autoconstrucción. Las Evadidas vinculadas al principio errante y yo, deberíamos ser una. Con ellas, soy extraordinaria. Sin ellas, una serpiente sin veneno.
- Ludfila alimenta mi costado romántico/naif: Simpleza provinciana.
- Sylvia desarrolla mi yo snob: Imprevisibilidad.
- Isabelle es el yo desnudo: más allá de la superficie.
- Elizabeth: mi estado de orfandad.
- Isabella simboliza la incorrección: Mis pésimos modales.
- Emilia soy yo, como personaje ficticio: El exceso de asunto.
- Eugénie, la verdad: mi Liberación, o la Síntesis.
LSIIEE: La señorita inefable e indómita Eusebia Escobar.
1. Ludfila Booz
(Wulfila Edita Maria Wignard Von Triuwag)
(1841-19??)
Nacionalidad: Desconocida
Género: Mujer
Ocupación: amante, exploradora.
(Solenopsis desterrata)
Características: Ambigua, enigmática, servicial.
Qué hacía en 1904: Buscaba la fuente de la Juventud.
Wulfila Edita Maria Wignard Von Triuwag fue una viajera infatigablemente vilipendiada. Sus intimidades la convirtieron en un éxito. Su discreción no le había servido para nada. Mientras su amante y gurú sentimental era condecorado y tratado como un héroe de guerra, ella debió permanecer en casa clasificando dientes de cocodrilo. La Reina Victoria nunca la aceptó en la corte. La sociedad londinense tampoco.
“Fue hallado en Londres un viejo diario femenino. Expertos coinciden en atribuirlo a la amante de uno de los exploradores más brillantes de todos los tiempos, cuyo nombre nos está vedado. Además de relatar sus viajes, la señorita Von Triuwag abunda en episodios eróticos sobre los árboles”. (Extraído de un diario local, sección Curiosidades)
La expedición más recordada que realizaron los amantes fue a Etiopía en 1904, en busca de la fuente de la Juventud. Sin éxito. Sin embargo, embotellaron, comercializaron y distribuyeron un novedoso aceite extraído de la joroba de camellos vivos, muy eficaz para combatir dolores de espalda.
Según la señora del ático: “...la pobre Wulfila padeció enfermedades contagiosas, brotes, intoxicaciones, hambre, heridas de animales salvajes y de lores sueltos, motines de tribus exaltadas y hurtos varios. Además de chocitas sin retrete, climas agrestes y el hecho de tener que cortar jorobas mientras su amante esperaba a la sombra. Era alérgico”.
Según su amante, tenía "sangre fría para lidiar con salvajes. Además de ser sumamente colaboradora y eficiente. En sus días de descanso embotellaba conservas, cosía mis pantalones y preparaba la celebración del té en medio de la selva. Siempre con una sonrisa y algún botón desbrochado. La mujer ideal...”
El falso héroe murió en su casa de Times Square en 1895, al resbalar con un colmillo en la ducha. Ella sorprendió al mundo con sus escritos eróticos en 1946. Desde entonces, se desconoce su paradero.
* Nota de G: Wulfila Booz sería una tergiversación de Florence Baker, conocida como La dama del Nilo por sus viajes a África, junto a su amante esposo Sir Samuel Baker. Las frases entre comillas serían auténticas.
El Ateneo 2011

Preámbulo
De hurtos y periódicos encontrados en la arena, obtuve información fundamental para confeccionar este listado, que es una promesa de autoconstrucción. Las Evadidas vinculadas al principio errante y yo, deberíamos ser una. Con ellas, soy extraordinaria. Sin ellas, una serpiente sin veneno.
- Ludfila alimenta mi costado romántico/naif: Simpleza provinciana.
- Sylvia desarrolla mi yo snob: Imprevisibilidad.
- Isabelle es el yo desnudo: más allá de la superficie.
- Elizabeth: mi estado de orfandad.
- Isabella simboliza la incorrección: Mis pésimos modales.
- Emilia soy yo, como personaje ficticio: El exceso de asunto.
- Eugénie, la verdad: mi Liberación, o la Síntesis.
LSIIEE: La señorita inefable e indómita Eusebia Escobar.
1. Ludfila Booz
(Wulfila Edita Maria Wignard Von Triuwag)
(1841-19??)
Nacionalidad: Desconocida
Género: Mujer
Ocupación: amante, exploradora.
(Solenopsis desterrata)
Características: Ambigua, enigmática, servicial.
Qué hacía en 1904: Buscaba la fuente de la Juventud.
Wulfila Edita Maria Wignard Von Triuwag fue una viajera infatigablemente vilipendiada. Sus intimidades la convirtieron en un éxito. Su discreción no le había servido para nada. Mientras su amante y gurú sentimental era condecorado y tratado como un héroe de guerra, ella debió permanecer en casa clasificando dientes de cocodrilo. La Reina Victoria nunca la aceptó en la corte. La sociedad londinense tampoco.
“Fue hallado en Londres un viejo diario femenino. Expertos coinciden en atribuirlo a la amante de uno de los exploradores más brillantes de todos los tiempos, cuyo nombre nos está vedado. Además de relatar sus viajes, la señorita Von Triuwag abunda en episodios eróticos sobre los árboles”. (Extraído de un diario local, sección Curiosidades)
La expedición más recordada que realizaron los amantes fue a Etiopía en 1904, en busca de la fuente de la Juventud. Sin éxito. Sin embargo, embotellaron, comercializaron y distribuyeron un novedoso aceite extraído de la joroba de camellos vivos, muy eficaz para combatir dolores de espalda.
Según la señora del ático: “...la pobre Wulfila padeció enfermedades contagiosas, brotes, intoxicaciones, hambre, heridas de animales salvajes y de lores sueltos, motines de tribus exaltadas y hurtos varios. Además de chocitas sin retrete, climas agrestes y el hecho de tener que cortar jorobas mientras su amante esperaba a la sombra. Era alérgico”.
Según su amante, tenía "sangre fría para lidiar con salvajes. Además de ser sumamente colaboradora y eficiente. En sus días de descanso embotellaba conservas, cosía mis pantalones y preparaba la celebración del té en medio de la selva. Siempre con una sonrisa y algún botón desbrochado. La mujer ideal...”
El falso héroe murió en su casa de Times Square en 1895, al resbalar con un colmillo en la ducha. Ella sorprendió al mundo con sus escritos eróticos en 1946. Desde entonces, se desconoce su paradero.
* Nota de G: Wulfila Booz sería una tergiversación de Florence Baker, conocida como La dama del Nilo por sus viajes a África, junto a su amante esposo Sir Samuel Baker. Las frases entre comillas serían auténticas.
sábado, marzo 16, 2013
Donde voy está mi casa
CLARÍN
16/03/13
SOCIEDAD MUNDOS ÍNTIMOS
A los 10 años inicié un exilio que no terminó: donde voy está mi casa
POR FERNANDA GARCÍA LAO ESCRITORA ARGENTINA. ENTRE SUS LIBROS FIGURAN “LA PIEL DURA” Y “VAGABUNDAS”
Nuevo nombre. La necesidad de sus padres de dejar la Argentina violenta de 1976 se vivió, primero, como un juego. Luego vino el deseo de ser invisible y una crisis de identidad que incluyó el cambio de nombre y la sensación de sentirse –acá y allá– un poco extraña.

Mi primer quiebre, uno de los fundamentales que viví, se produjo en octubre del 76. Fui subida a un avión y en pleno vuelo hacia el exilio cumplí diez años. Había viajado en varias ocasiones a España porque mi madre es española. Pero, en ese momento, todo era diferente. No había placer, ni vacaciones. Hubo que elegir algunos objetos que volarían con nosotros. El resto, quedaría en el departamento de Mendoza hasta nuevo aviso.
Quizá por eso nunca he podido sentir que mi vida fuera una línea continua. Es que mi historia personal sufrió varios cortes similares.
Cuando pienso en mí en pasado, debo situarme por domicilio para recordar mejor qué acontecimientos son los que corresponden. Mi vida está signada por el movimiento, por la mudanza.
Mi padre, Ambrosio García Lao, tenía 50 años en 1976, había sido pionero de la televisión mendocina, multipremiado, y dos años antes, su productora de TV había sido estatizada por el gobierno de Isabel Martínez de Perón. A ese motivo se sumaron otros en el 76, y entonces se decidió a dejar el país.
Empezar de nuevo. El periodismo se había convertido en una profesión de alto riesgo.
Resolvió que lo más conveniente era no vender el departamento y dejar todo como estaba, por si acaso. Viajar con lo mínimo. Mi padre dudaba de conseguir empleo a su edad en un lugar donde era un absoluto desconocido.
“Hasta las toallas en el toallero”, fue la consigna. Así que pudimos elegir un libro y una muñeca cada una, somos tres hermanas, y ropa que entrara en pocas valijas. Viajaríamos ligero.
A pesar de la gravedad de la situación, yo subí emocionada al avión. Era cinco de octubre por la tarde. Sabía que después de cenar, en medio del Atlántico, iba a ser mi cumpleaños. Mis padres se habían conocido sobre esas mismas aguas, pero dentro de un barco y en sentido inverso. Detrás de mi asiento, había jugadores de básquet del Real Madrid. A las doce en punto, me cantaron el cumpleaños feliz en el aire y no soplé ninguna vela. Pero recibí una foto del equipo firmada, y un escudito. Sentí que había empezado bien el tema del exilio.
En mi cerebro, hay lagunas de agua pantanosa en torno a la llegada. Lo único que sé es que pasamos algunos días en León, en la casa de mi abuelo Manolo, un tipo seco y de pocas pulgas. Nos dedicábamos a jugar, a esperar, a espiar por la ventana a las niñas que vivían enfrente. Ejercían sobre mí una enorme fascinación. Porque hablaban distinto.
Decían cosas como “jolines”, “chavalinas”, y “¿qué miráis?” Mi abuelo nos dejaba solas mientras se iba a la librería, o al bar, y entonces nosotras aprovechábamos para utilizar los objetos del comedor. Había vitrinas enormes llenas de copas, jarras y cositas que nunca se usaban. Recuerdo una tarde en que habíamos sacado prácticamente todo y yo me había disfrazado de cura. Estaba oficiando una misa, con mis hermanas vestidas de devotas, cuando apareció Manolo.
Se quedó dislocado por un instante, y enseguida comenzó a cambiar de color hasta convertirse en un hombre carmesí y vociferante. “¿Pero qué hacéis? ¿Sois bobas?“. Era tan excedido que daba risa. Mi abuelo era un tipo complejo. Había hecho sufrir a todos sus hijos, por turno. Nunca había tenido un gesto de cariño en su casa. Solía estar solo, esquivaba cualquier conversación. Nunca pudo entender nuestra libertad para jugar con las cosas o las situaciones serias. Y que no le tuviéramos miedo. Sus amenazas de sacarse el cinto tampoco resultaron. A nosotras nos habían educado de otra manera. Sin violencia ni intimidaciones.
Nuestras carcajadas lo dejaron desarmado y nos miró confundido.
Yo también estaba descolocada. El mundo había mutado sin aviso. Incluso el cielo era diferente. Con qué asombro descubrí que las Tres Marías no estaban. En su lugar, miles de estrellas desconocidas brillaban con naturalidad. De un plumazo, la infancia se diluía.
Ya no teníamos casa, mi abuela y mi tía de Mendoza estaban muy lejos. Mi pasado se había esfumado. Y mi acento tenía los días contados.
El exilio es una herida y cada miembro de la familia lidia como puede con la propia.
No teníamos amigos en Madrid.
Aunque al poco tiempo, comenzaron a llegar algunos. Escritores, músicos y artistas. Cada tanto, había un encuentro signado por la nostalgia.
Escuchaban tango y hablaban de política. También de muertos.
Argentina se convirtió en una película sin color para mí. Los amigos más cercanos de mis padres eran Antonio Di Benedetto y Enrique Sobisch. Un escritor y un pintor de una cultura impresionante. Empecé a pensar que el país, además de violento, estaba ciego.
¿Cómo podía expulsar a tipos tan cultos y sensibles? Me enojaba la melancolía. Decidí que había que empezar de cero. Construirse, como si uno fuera nuevo. Sería una niña sin historia.
Mi padre se encerraba en el escritorio y allí pasaba horas. Sólo se escuchaban las teclas y el encendedor que a cada rato prendía un nuevo cigarrillo. Pronto, consiguió trabajo en RTVE, aunque no podía salir al aire por su acento argentino. Colaboraba esporádicamente en El País, pero ganaba poco. Tuvo un pre infarto.
Las clases ya habían empezado. Yo no había terminado cuarto grado y de pronto, estaba en quinto. Franco había muerto un año antes y la educación española aún conservaba intactos valores muy cuestionables. Había dos alas en esa escuela para separar por género: niños por un lado, niñas por otro. Cada grado tenía un moñito identificativo. En mi caso, era anaranjado. O como decían allí: color butano.
Fui adoctrinada por una profesora franquista, que me exprimió cual naranja mecánica en el uso debido de zetas, cés, y eses con silbido. Sonar como argentina era un síntoma de incorrección fonético-política. La madre patria exigía la entrega absoluta de mi lengua, de mi identidad.
Me bombardeaban con preguntas de todo tipo. Mis compañeras no sabían ni qué idioma se hablaba en Argentina. Convengamos que cuarenta años de dictadura las había privado de información sobre el mundo exterior. Los primeros recreos los pasé en el baño, encerrada y sentada sobre el inodoro para que no se me vieran los pies. Hubo momentos en que deseé ser invisible.
Además, la geografía era otra. De pronto, nacieron miles de ríos con sus afluentes frente a mis ojos, montañas que no había oído mencionar. El mapa entero era un enigma.
En breve, mi cáscara fue perfecta. Logré construir sobre mi corteza a una españolita más. Quería mimetizarme con el entorno para sobrevivir.
¿Mi rebeldía se había anestesiando?
No. Porque yo sabía de mi impostura, y en el fondo me sentía poderosa. Y débil. Nada es simple. Será por eso que empecé a desear la simplicidad ajena. Me parecía de una complejidad impresionante. Ser simple, qué técnica. Digamos que practicaba la contradicción. Gran escuela.Mi primer quiebre, uno de los fundamentales que viví, se produjo en octubre del 76. Fui subida a un avión y en pleno vuelo hacia el exilio cumplí diez años. Había viajado en varias ocasiones a España porque mi madre es española. Pero, en ese momento, todo era diferente. No había placer, ni vacaciones. Hubo que elegir algunos objetos que volarían con nosotros. El resto, quedaría en el departamento de Mendoza hasta nuevo aviso.

(Click en el título para ir a la nota completa)
viernes, marzo 15, 2013
La tierra se tragó a otro

Cada tanto un hombre es absorbido. Los terrenos secos del mundo se abren como bocas hambrientas. Y no comen a cualquiera. Se alimentan de hombres solos, inútiles. Alguno en situación de siesta, otro con su palo de golf. Los sujetos se hunden en un pozo sombrío y en pocos segundos están en el estómago del silencio. Lo vegetal es mudo.
Al cabo del tiempo, crecerá una pradera de hombres en aquellas zonas viejas. Sus sombras van a estirarse con el sol y los pájaros les serán esquivos. La belleza inquietante de sus brazos no dará frutos. Los hombres sin hojas deberán aguardar la noche como único método de alivio.
Pero es sabido, si alguien se durmiera junto a ellos heredaría la sangre espesa. La desidia será su condena.
FGL
(click en el título para ir a la noticia verdadera)
jueves, marzo 07, 2013
Cómo usar un cuchillo, en breve
Esto escribió Diana Bellessi para la contraportada de mi libro Cómo usar un cuchillo:
Editorial Entropía
2013

“Me he acostado con la desgracia, pero no suelo comentarlo”. Así dice un personaje de Fernanda García Lao, en este libro de cuentos donde un humor fino, desopilante, te hace reír y llorar al mismo tiempo. Aunque esto parece demasiado sentimental hablando de Lao, demasiado realista; somete a su escritura a una torsión tan violenta, a tal desacomodo, que la cara del lector avanza en la trama de sus cuentos con un gesto de desvarío, sin saber, acto seguido, adónde va, sin que haya ruta en el espacio o en el tiempo para seguirla y seguir a sus criaturas, que van de un cadáver a otro y saben cómo usar un cuchillo… Me hago a un lado de la voz tan dulce de su autora para escapar de la estocada, pero no puedo, porque ya ensartó mi corazón.
Diana Bellessi a écrit cela pour la quatrième de couverture de Comment utiliser un couteau
"Je me suis couché avec le malheur, mais je n'ai pas l'habitude de le commenter". Ainsi un personnage de Fernanda García Lao dit, dans ce livre de contes où un humour fin, débordé, te fait rire et pleurer en même temps. Bien que cela semble trop sentimental en parlant de Lao, trop réaliste; elle soumet à son écriture à une torsion si violente, à telle incommodité que le visage du lecteur avance dans la trame de ses contes avec un geste de délire sans savoir, tout de suite, où c'est qu'elle va, il n'y a pas de route dans le temps ou dans l'espace pour la suivre et pour suivre à ses créatures, qui vont d'un cadavre à l'autre et savent comment utiliser un couteau … je laisse ma place à la douce voix de l'auteur pour échapper à l'estocade, mais je ne peux pas, parce que déjà, elle a traversé mon coeur.
Editorial Entropía
2013

“Me he acostado con la desgracia, pero no suelo comentarlo”. Así dice un personaje de Fernanda García Lao, en este libro de cuentos donde un humor fino, desopilante, te hace reír y llorar al mismo tiempo. Aunque esto parece demasiado sentimental hablando de Lao, demasiado realista; somete a su escritura a una torsión tan violenta, a tal desacomodo, que la cara del lector avanza en la trama de sus cuentos con un gesto de desvarío, sin saber, acto seguido, adónde va, sin que haya ruta en el espacio o en el tiempo para seguirla y seguir a sus criaturas, que van de un cadáver a otro y saben cómo usar un cuchillo… Me hago a un lado de la voz tan dulce de su autora para escapar de la estocada, pero no puedo, porque ya ensartó mi corazón.
Diana Bellessi a écrit cela pour la quatrième de couverture de Comment utiliser un couteau
"Je me suis couché avec le malheur, mais je n'ai pas l'habitude de le commenter". Ainsi un personnage de Fernanda García Lao dit, dans ce livre de contes où un humour fin, débordé, te fait rire et pleurer en même temps. Bien que cela semble trop sentimental en parlant de Lao, trop réaliste; elle soumet à son écriture à une torsion si violente, à telle incommodité que le visage du lecteur avance dans la trame de ses contes avec un geste de délire sans savoir, tout de suite, où c'est qu'elle va, il n'y a pas de route dans le temps ou dans l'espace pour la suivre et pour suivre à ses créatures, qui vont d'un cadavre à l'autre et savent comment utiliser un couteau … je laisse ma place à la douce voix de l'auteur pour échapper à l'estocade, mais je ne peux pas, parce que déjà, elle a traversé mon coeur.
miércoles, marzo 06, 2013
La peau dure
En mayo, en las librerías francesas.
Por Editions La dernière goutte
Le livre
Comédienne sur la touche, Violeta est dans une impasse : sa carrière s’enlise, ses amours sont un fiasco. Quand, à la suite d’un banal accident, elle perd une main, sa vie bascule soudain : même si elle a pu bénéficier d’une greffe, la cohabitation avec ce corps étranger est loin de se passer comme prévu, d’autant que sa main greffée semble dotée d’une personnalité singulière. D’où vient-elle ? A qui a-t-elle appartenu ? Et quel message tente-t-elle de faire passer à sa nouvelle propriétaire ? Bien décidée à découvrir la vérité, Violeta se lance alors dans une enquête pour le moins rocambolesque, à la recherche de celle à qui a appartenu sa main.
Métaphore de la difficulté d’apprivoiser l’étrangeté en soi, ce roman décapant explore avec humour l’insoumission des corps pour mieux dévoiler l’omniprésence des pulsions.
L’auteur
Fernanda García Lao est née en 1966 à Mendoza en Argentine. Contrainte de s’exiler à Madrid avec sa famille en 1976, elle retourne dans son pays d’origine en 1993 et s’installe à Buenos Aires. Comédienne et dramaturge, elle est l’auteur de plusieurs pièces de théâtre ainsi que de nombreuses nouvelles. La peau dure est son troisième roman publié par La dernière goutte.
Le blog de Fernanda García Lao: http://fernandagarcialao.blogspot.com
L’illustrateur
Auteur de nombreuses bandes dessinées, parues entre autres à L’Association, chez Atrabile, à La Cafetière, aux Requins Marteaux, chez Delcourt et aux éditions The Hoochie Coochie, Baladi crée des univers foisonnants où l’étrange tutoie l’absurde.

Violeta está en un callejón sin salida: su carrera como actriz se hunde, sus amores son un fracaso. Cuando, en consecuencia de un accidente banal, pierde una mano, su vida vuelca de repente: aunque puede gozar de un injerto, la convivencia con este cuerpo extraño es imprevisible, más aun cuando esa mano nueva parece dotada de una personalidad singular. ¿ De dónde viene? ¿ A quién perteneció? ¿ Y qué mensaje intenta comunicar a su nueva propietaria? Bien decidida a descubrir la verdad, Violeta se lanza entonces a una encuesta por lo menos fantástica, en busca de aquella a la que perteneció su mano.
Metáfora de la dificultad en domesticar la extrañeza en sí, esta novela corrosiva explora con humor la insumisión de los cuerpos para descubrir mejor la omnipresencia de las pulsiones.
Por Editions La dernière goutte
Le livre
Comédienne sur la touche, Violeta est dans une impasse : sa carrière s’enlise, ses amours sont un fiasco. Quand, à la suite d’un banal accident, elle perd une main, sa vie bascule soudain : même si elle a pu bénéficier d’une greffe, la cohabitation avec ce corps étranger est loin de se passer comme prévu, d’autant que sa main greffée semble dotée d’une personnalité singulière. D’où vient-elle ? A qui a-t-elle appartenu ? Et quel message tente-t-elle de faire passer à sa nouvelle propriétaire ? Bien décidée à découvrir la vérité, Violeta se lance alors dans une enquête pour le moins rocambolesque, à la recherche de celle à qui a appartenu sa main.
Métaphore de la difficulté d’apprivoiser l’étrangeté en soi, ce roman décapant explore avec humour l’insoumission des corps pour mieux dévoiler l’omniprésence des pulsions.
L’auteur
Fernanda García Lao est née en 1966 à Mendoza en Argentine. Contrainte de s’exiler à Madrid avec sa famille en 1976, elle retourne dans son pays d’origine en 1993 et s’installe à Buenos Aires. Comédienne et dramaturge, elle est l’auteur de plusieurs pièces de théâtre ainsi que de nombreuses nouvelles. La peau dure est son troisième roman publié par La dernière goutte.
Le blog de Fernanda García Lao: http://fernandagarcialao.blogspot.com
L’illustrateur
Auteur de nombreuses bandes dessinées, parues entre autres à L’Association, chez Atrabile, à La Cafetière, aux Requins Marteaux, chez Delcourt et aux éditions The Hoochie Coochie, Baladi crée des univers foisonnants où l’étrange tutoie l’absurde.

Violeta está en un callejón sin salida: su carrera como actriz se hunde, sus amores son un fracaso. Cuando, en consecuencia de un accidente banal, pierde una mano, su vida vuelca de repente: aunque puede gozar de un injerto, la convivencia con este cuerpo extraño es imprevisible, más aun cuando esa mano nueva parece dotada de una personalidad singular. ¿ De dónde viene? ¿ A quién perteneció? ¿ Y qué mensaje intenta comunicar a su nueva propietaria? Bien decidida a descubrir la verdad, Violeta se lanza entonces a una encuesta por lo menos fantástica, en busca de aquella a la que perteneció su mano.
Metáfora de la dificultad en domesticar la extrañeza en sí, esta novela corrosiva explora con humor la insumisión de los cuerpos para descubrir mejor la omnipresencia de las pulsiones.
lunes, marzo 04, 2013
Le Marathon des mots

Buenos Aires / Toulouse
Pour la première fois depuis sa création, le Marathon des mots passe l’Atlantique et s’aventure en terres sud américaines. On le sait, de Carlos Gardel à l’Aéropostale : les liens réels ou fantasmés qui unissent Toulouse et l’Argentine sont légion. Cette 9e édition du Marathon des mots sera l’occasion d’y revenir, de rendre hommage aux grands classiques de la littérature d’Argentine (Borges, Cortazar, Bioy Casarès, Sabato, Puig), de saluer les œuvres de Saint-Exupéry (Courrier Sud) ou de Bruce Chatwin (En Patagonie), d’accueillir les Argentins de Paris (Martial di Fonzo Bo, Alfredo Arias, hommage à l’Académicien Hector Bianciotti) – et surtout d’inviter en Midi-Pyrénées les figures contemporaines de la littérature et de la culture argentines, celles qui font aujourd’hui de l’Argentine un pays d’une très grande vitalité culturelle.
Un partenariat est également en cours d’élaboration avec l’association Tangopostale, festival international de Tango argentin de Toulouse.
> Du 27 au 30 juin 2013, à Toulouse
Photo : Buenos Aires © Franco Cappellari
Por primera vez desde su creación, el Maratón de las palabras pasa el Atlántico y se aventura en tierras meridionales americanas. Lo sabemos, de Carlos Gardel al Aeropostal: los lazos reales o fantaseados que unen Tolosa y la Argentina son legión. Esta 9a edición del Maratón de las palabras será la ocasión de volver allá, de rendir homenaje a los grandes clásicos de la literatura de Argentina (Borges, Cortazar, Bioy Casarès, Sabato, Puig), de saludar las obras de Saint-Exupéry (Correo Meridional) o de Bruce Chatwin (En Patagonia), de acoger las argentinas de París (Marcial di Fonzo Bo, Alfredo Arias, homenaje al Académico Hector Bianciotti) - y sobre todo de invitar en Midi-Pyrénées a las figuras contemporáneas argentinas de la literatura y de la cultura, las que hacen hoy de Argentina un país de una gran vitalidad cultural.
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