martes, agosto 25, 2009

el paraíso perdido



Según informa hoy Clarín: "En el cementerio de Vicente López no solo se cuentan leyendas y mitos urbanos. También circula una historia escalofriante que involucra a ex empleados y funcionarios. Según consta en una causa judicial abierta, cobraban por cremaciones que nunca se hacían. Para no despertar sospechas, los familiares recibían las supuestas cenizas. Así, los cuerpos se acumulaban en bóvedas semi abandonadas o en el depósito de ataúdes. Hay un total de 17 bóvedas bajo sospecha. En una de ellas, según consta en el sumario interno, se hallaron más de 50 cajones".


Hasta las cenizas de nuestros deudos son falsas. Escritores del mundo, tomen nota. La realidad argentina supera todo viso de cordura. Frente a ella, el narrador local debe apurar el imaginario y correr contrareloj. ¿Cómo se trabaja el verosímil? El disparate sería la única variable posible.

Imagen: Topor

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