Desapareció el obelisco. La quema de pastizales está fuera de control. Un grupete de bomberos voluntarios con mochilas individuales pretende apagar 70 mil hectáreas de fuego. Encima, la bombita hidráulica se les pinchó en el camino. Sólo hay cuatro aviones hidrantes, pero no pueden despegar. Han cerrado los aeropuertos. La encargada de medio ambiente espera "que llueva, que llueva" desde su oficina. Nigeria, un poroto.
viernes, abril 18, 2008
VII Curso de crítica y creación literarias: la escritura como arte
Los lunes, de 19.00 horas a 21.00 horas Biblioteca del Centro Cultural Ibercaja Inscripción obligatoria Descripción Este curso de c...
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La realidad demanda improvisar, hay que moverse. Yo, que nada sé, celebro el evento con alegría, por imprevisto. Me veo sonreír, con una val...
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