Desde ayer, mi visión de este juguete virtual se ha modificado. Por mecanismos desconocidos, al intentar crear o editar aparecía en el panel de un extraño. Y me sentí invasora e invadida, pensando en qué manos habría caido mi intimidad...
Nada es de nadie. En este soporte, menos.
Estamos manejados por abstracciones digitadas por otros. La horizontalidad y todo el verso, son una patraña. Se terminan en un segundo. Las nuevas células revolucionarias sólo tendrían que cortar la luz...
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