viernes, diciembre 08, 2023
Teoría del tacto, reseña
Hacía semanas que naufragaba en lecturas, nada terminaba de interesarme, me sentía demasiado volátil. Es en esas que abro ‘Teoría del tacto’, leo cinco páginas y voilá, sucede la raíz. A veces la lectura es un asunto de raíces.
He leído estos cuentos despacio, muy despacio. Hay algo asfixiante en la escritura de Fernanda García Lao y me preguntó cómo lo consigue, asfixiar. Para nada es fácil semejante cosa. Es hacer que las palabras ocupen más de lo que ocupan, es hacerlas crecer, es hacer que las cosas se salgan de su lugar, de su contorno, es dinamitar los límites pero sin quemarlo todo, es hacer que todo respire, que respire mucho, tanto, que se quede con parte de tu oxígeno, tú que lees sientes que parte de tu aire se lo quedó la historia. Así es como yo imagino que lo hace, pero tampoco es que estoy segura.
Las primeras frases de los cuentos de Fernanda son un tema y fueron una obsesión mientras leía. Las primeras frases son como una pistoletazo al aire, o directamente a la cabeza, que se quedaba retumbando un rato con su onda expansiva.
Algunas:
“Cada pesadilla anuncia su carácter artificial, pero el miedo es verdadero.”
“Todavía llegan cartas a su nombre, como si los bancos y los seguros quisieran hacerme daño.”
“La bebé no se prende, expulsa mi pezón como si fuera veneno.”
“En Montevideo vengo a probar que mi cerebro funciona distinto.”
“He parido cosas del tamaño de una almendra, justo yo, que soy alérgica.”
“Esos lirios del viejo mundo enloquecieron acá.”
Y paro ya, por parar, que podría seguir. Son frases que encierran en sí mismas el principio y el final del cuento. Podrían ser el mismo cuento o el título, pero son las primeras frases que de un empujón te sitúan en medio de no sabes qué pero estás en el medio en la primera frase. Son artefactos que disparan el cuento y su lectura. Tocado y herido. Probablemente estés muerto al final. Ya lo comprendes todo y a la vez casi nada en la primera frase. Joder, no sé si me he explicado porque es rematadamente difícil decir lo que estoy queriendo decir como es rematadamente difícil contar lo que Lao cuenta. Y ya. Compren el libro y una bombonita de oxígeno. De nada.
Susana Sánchez
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Fernanda García Lao: “Me interesa lo que el cuerpo le hace al lenguaje y viceversa”
Cultura Clarín Ines Hayes La narradora, poeta y directora escénica acaba de publicar nuevos cuentos en Teoría del tacto. Cuenta aquí que...
-
La realidad demanda improvisar, hay que moverse. Yo, que nada sé, celebro el evento con alegría, por imprevisto. Me veo sonreír, con una val...
-
Una piedra dos casas tres ruinas cuatro sepultureros un jardín flores un mapache una docena de ostras un limón un pan un rayo de s...
-
UNO No es igual irse a que te vayan. DOS Quién es esa que fui sino la que creo haber sido. Quién subió al avión el día de su cu...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario