sábado, agosto 19, 2023
Cindy Sherman
Desde que vi a Cindy
no hay sujeto que no parezca
un monstruo suyo
una mentira
vestida de persona
no hay gente veo Cindys
enmascaradas seres
postizos
operados con luz
o bisturí
caras simulacro
mal puestas que no coinciden
del todo
consigo mismas
busco mi Cindy es decir
mi disfraz
reviso mi álbum:
las máscaras de niña
que usé
como aquella en que estoy
sentada
en una silla alta
con mi hermana al lado
esa Cindy enana
que mira fuera
de plano desinteresada
del presente
no como yo
la cara redonda
los ojos oscuros de bebé
metralla
la primera versión
ardorosa de mí
en otra me observo
vestida de andaluza
en una corrida
de toros con un moño
tirante en la cabeza
un collar de perlas a juego
con la sonrisa previa
al llanto que provocó la catástrofe
roja del primer toro que vi
asesinado
por un señor de pantalones
encogidos
que aparece algo borroso
en el margen izquierdo del retrato
un torero en miniatura
que a pesar de su tamaño llenó
de sangre
la arena y fue aplaudido y agitó
la oreja tibia del ajusticiado
una foto sin título
en un álbum cualquiera
un instante entre algo que parecía
ser yo y esa otra
que no era nadie
aparezco con el pelo
batido en mi versión adolescente
huérfana de padre
semidesnuda
un animal en blanco y negro
una Cindy de mal humor
con los ojos clavados
en quien dispara
hay una especie de glamour
antiguo
una furia que se quedaba en mí
pero salta
hacia la que soy ahora
la que se mira haber sido
que es el efecto Cindy
lo que ella provoca
cada imagen es una poda
que no tiene entorno
imágenes trampa
para apresar
lo que ya no existe
los relámpagos de atrás
la infancia es un brillo
que probarse
veo seres imitando
el goce
del canalla anterior
del que son copia
no hay dioses sino trajes
que uno se calza
la oscuridad del meollo
los dientes falsos
albinos
peluquitas
las cejas un crayón
sonrisa pura
materia plástica
crecida
como fruto de castración
que se guarda en un frasco
y se congela para después.
Cindy me mira y no
me ve desde la pantalla
ella se arruga
el mundo envejece
y persevera
cada prótesis es un minuto
que se roba y asimila
cuando estés al borde
quién te arreglará el cajón
vestida de otra.
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