lunes, agosto 03, 2009

La perfecta otra cosa

Con serios conflictos existenciales abandoné la ciudad. El mundo se iba decolorando por minutos. Los valles se desmayaban de aburrimiento y la tierra se devoraba a sí misma en una gigantesca deglución transparente.
Me dejé caer en el suelo. Todo a mi alrededor estaba cambiando. El sol se había resbalado delante de mí y escupía rayos de fiebre. Sentía crecer la hierba debajo de mi cuerpo y era terrible compartir esa aceleración de la naturaleza. Un municipio corría dando enormes zancadas mientras reía sumido en su descubrimiento. Un grupito de hormigas se deslizaba erótica por las ramas, pretendiendo ser mantis devoradoras. Nada se mantenía indiferente a esta crisis de conducta. Yo misma estaba riendo, desconociendo absolutamente el por qué. Las aves se desvanecían y sus picos seguían volando amenazantes y descontrolados.
Todos nos adentramos en esa esquizofrenia generosa sin querer ser nada más que un placer sin vencidos. Las horas pasaban metálicas y todos queríamos tocarlas y hacer proyectos, pero las muy zorras se diluían en minutos y en segundos y cada vez más inasibles y más muertas, hasta que desaparecían por completo.

Fragmento

5 comentarios:

  1. Muy hermoso y potente, Fernanda.
    Felicitaciones.

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  2. Me encanta tu sensibilidad y la forma como la expresa en tu texto.
    Soy brasileña (Campo Grande - MS) y acompañar este blog es como degustar la lengua española, desde sabores cortantes hasta los más delicados.
    Gracias por tus escritos!!
    (muy graciosa la narrativa de muerta de hambre!)
    tengo también un blog, pero es aún un laboratório..estoy iniciando esta práctica de escribir..>>
    http://atosformigamentos.blogspot.com
    Saludos!!

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  3. Luiza, gracias por tus palabras. Pasaré por tu laboratorio.
    Salud!

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  4. Elsa, gracias. Saludo grande.

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  5. qué va! si después de lo que me dijiste no te vuelvo a escribir es cobardía absoluta. Siento que mi costado...(digresión gigante: sí, seguro que esa costilla fantasmática nos hace creer que salimos de un pedazo tan insignificante de ellos)mi costado, mi costilla, de la que salieron los hombres, la que procrea, está plagada de vos. Te tuteo con una incomodidad mayúscula. No me decido a escribir, porque te leo y pienso "ya está..hay alguien que dice femeninas mentirosas". No te leo seguido, lo confieso, porque me hundo en la sublimación de la palabra de mujer contemporánea. Yo sigo sin ser nadie, pero mi novio es adorable, si querés echale una mirada: athorino.spaces.live.com

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