"Los símbolos de la pureza y el misticismo son a veces más afrodisíacos que las fotografías o los cuentos pornográficos, por eso ¡oh sacrílega! los días próximos a tu primera comunión, con la promesa del vestido blanco, lleno de entredoses, de los guantes de hilo y del rosario de perlitas, fueron tal vez los verdaderamente impuros de tu vida. Dios me lo perdone, pues fui en cierto modo tu cómplice y tu esclava".
Silvina Ocampo
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El erotismo como transgresión, diría el buen Bataille. Un saludo desde México. Llegué por la nota sobre la sobrina de Schwob, un gran escritor con una sobrina de sencibilidad exaltada. hasta pronto. martín
ResponderBorrarBienvenido, mismisimus. La exaltación nos une.
ResponderBorrarhermoso texto...
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