"Abundan aquellas partes de mi pensamiento que comen a las más estúpidas, confiadas en su imprevisibilidad, en su genio. Me lleno de pequeñas ideas sin peligro que repito hasta el hartazgo. Olvido misterios y sutilezas y me sumerjo en el fango cotidiano de no pensar nada nuevo. Me hago profesional en eso. Puedo llenar páginas con estas cosas sin inmutarme. Hay batallas que se pierden todos los días. Virulentas guerras gástricas, intestinales. Amenazas biliares, tironeos púbicos, chantajes estomacales. Animo a las fuerzas de mi idiotez a seguir adelante. Las alimento y las obligo a adaptarse. Me hago común y lo perfecciono. Mis esfuerzos hacen brotar naderías grandes como melones jugosos."
(texto y dibujo: FGL)
Nada que ver con tu maravillosa María Bernabé. Amo tu libro.
ResponderBorrarLo que pasa es que tu libro trasciende el tema de la gordura. Es cómico y filosófico.
ResponderBorrarLos demás se quedan con el tema, como si con eso tuvieran bastante.
Lo que pasa es que tu libro trasciende el tema de la gordura. Es cómico y filosófico.
ResponderBorrarLos demás se quedan con el tema, como si con eso tuvieran bastante.
Saliste doble, Maga. Gracias y gracias.
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