Muerta de hambre
Fernanda García Lao
El Cuenco de plata
En pocas oportunidades ese atributo -casi cliché- del tono confesional en la narración femenina, ha conseguido registros de cinismo e incisión como en este diario subido de peso. Más que una novela este texto es la confesión monstruosa de una adolescente perdida en el laberinto de sus intestinos. El cuerpo como cárcel, y la obesidad, el exceso de la carne, la exploración del último contorno sebáceo como fórmula liberadora. Inicia con una frase de Witold Gombrowicz que más que epígrafe se hace lema de guerra para MaríaBernabéCastelar, la adolescente protagonista del libro y redactora del diario: "Yo no era nada, por lo tanto, podía permitírmelo todo". De esta forma el panorama propio de los catorce años acentúa la disonancia de un cuerpo –de mujer- que crece cambia y dicta sus propias reglas a contrapelo de las dietas, modas, y buenas costumbres. En este viaje endoscópico María Bernabé se transforma en un Josef K. de la paranoia nutricionista con excelente prosa y humor negro.
J. E. Parra
Fernanda García Lao
El Cuenco de plata
En pocas oportunidades ese atributo -casi cliché- del tono confesional en la narración femenina, ha conseguido registros de cinismo e incisión como en este diario subido de peso. Más que una novela este texto es la confesión monstruosa de una adolescente perdida en el laberinto de sus intestinos. El cuerpo como cárcel, y la obesidad, el exceso de la carne, la exploración del último contorno sebáceo como fórmula liberadora. Inicia con una frase de Witold Gombrowicz que más que epígrafe se hace lema de guerra para MaríaBernabéCastelar, la adolescente protagonista del libro y redactora del diario: "Yo no era nada, por lo tanto, podía permitírmelo todo". De esta forma el panorama propio de los catorce años acentúa la disonancia de un cuerpo –de mujer- que crece cambia y dicta sus propias reglas a contrapelo de las dietas, modas, y buenas costumbres. En este viaje endoscópico María Bernabé se transforma en un Josef K. de la paranoia nutricionista con excelente prosa y humor negro.
J. E. Parra
Fernanda, soy colombiano. ¿Cómo hago para leer tu libro? Me tienes impactado.
ResponderBorrarPedro: aparentemente en junio estaré en Colombia. Prometo llevar ejemplares
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